¿Cómo puedo facilitar la auto-aceptación? ¿De qué modo acepto quién soy?

La persona transita un proceso de construirse a sí mismo en interacción con otros seres humanos. Uno de los primeros pasos es la auto-aceptación para desarrollar una autoestima saludable.

El proceso y técnica del enfoque corporal promueve que la persona se ponga en contacto con su interior, con su dimensión implícita a través de la empatía consigo mismo, aprendiendo a escucharse con una actitud respetuosa y aceptante. Desde este lugar se aprende a conocer y a sentir al ser humano que nos habita, rescatando nuestra autenticidad, aceptando los aspectos que consideramos positivos y negativos de nuestro ser.

A través y desde un proceso de Focusing comenzamos a comprender al ser humano que vive en cada uno de nosotros de un modo más respetuoso, digno y validante facilitando nuestra auto-aceptación.

El cambio que necesitamos proviene desde nuestro interior, al respecto Gendlin nos impulsa diciendo que el cambio solo puede ocurrir: «…si los individuos descubren su propia fuente interior».

Acerca de la auto-aceptación

El concepto de auto-aceptación se refiere a «aceptarse uno mismo». Parece tan simple y la realidad nos enseña que no lo es tanto.

Desde un modelo cognitivo el concepto de auto-aceptación se refiere a la evaluación que hacemos de nuestras conductas; creencias; de nuestra manera de ser: de los sentimientos: de nuestras experiencias vividas y las motivaciones que nos marcan determinando nuestro carácter como personas.

Con frecuencia perdemos un valioso tiempo de nuestra vida comparando nuestro camino con el de los demás, dándole mayor significado a opiniones externas que a escucharnos a nosotros mismos, de este modo nos descalificamos, nos culpamos, no nos tratamos bien, la duda no nos permite avanzar y ocultamos experiencias que percibimos tan dolorosas.

Todas estas semillas se plantaron en nuestra infancia, creando un excesivo protector interno cuyas voces críticas nos bloquean y anulan produciendo malestar; impidiéndonos vivir en plenitud.

Nacemos y nos vamos haciendo interactuando con nuestro entorno a base de una mezcla de sentimientos, pasiones, razonamientos, virtudes y vicios. Esta misma imperfección es la que nos hace libres para elegir lo que es mejor para cada uno de nosotros.

Aceptarse a sí mismo es uno de los pilares para desarrollar una autoestima sana, siendo ésta algo que experimentamos y la aceptación de sí mismo algo que hacemos: «elijo aceptarme, implica estar de mi lado, para mí mismo». Branden, N.

Aceptarse no es negar, o quitarle importancia a lo negativo resaltando solo lo que considero positivo sino que implica reconocer-nos valiosos y dignos aún en la imperfección que somos, considerándonos como un ser unificado.

Gendlin nos introduce al concepto de experienciar como una interacción de un ser unificado consigo mismo, produciendo una visión unificadora del ser humano, somos una unidad indestructible donde no caben dicotomías ni fragmentaciones.

» Se superan las dicotomías que prevalecieron durante siglos como contenido-proceso, mente-cuerpo, adentro-afuera». Riveros E.

Desde este ser unificado que somos reconocemos lo que no nos agrada de nosotros mismos sin rechazo ni descalificaciones, estar bien conmigo mismo por ser quién soy.
Aceptarnos significa que nos permitimos sentir lo que estamos sintiendo en este momento. Es parte de lo que es en el ahora, no podemos discutir con lo que es; o si podemos y quizás de hacerlo así sufriremos.

En el sentido más básico se refiere a una orientación de la valoración de mí mismo y del compromiso resultante del hecho de que estoy vivo y soy consciente. Este acto de afirmación es pre-racional. Se siente en el cuerpo, en la propia existencia. Branden, N.

Focusing como modo de acceder a la sabiduría corporal

La vasta obra de Eugene T. Gendlin da inicio a «una nueva era en psicoterapia y ciencias humanas, donde concibe el vivenciar o experienciar como proceso, somos ante todo una interacción incesante, un ser en construcción y movimiento, una existencia viva que se completa en interacción con el contexto inmediato». Riveros, Edgardo.

Focusing nos facilita un proceso de auto-conocimiento a través de su modo especial de prestar atención a la experiencia sentida en el cuerpo, restaurando el contacto con el cuerpo significante, sensible en el que nuestra existencia se manifiesta a sí misma.

A través de un proceso de Focusing la persona aprende a escuchar-se con una actitud de empatía, respeto y aceptación, produciendo una visión unificadora de sí mismo manifestada por la sensación con significado corporal o felt sense.

Facilita un vínculo interno desde ese yo unificado con todos los sub-yoes o aspectos de la personalidad que se manifiesten. Sintiendo en el cuerpo la propia existencia y la valía por ser, experienciando esa sensación en una incesante interacción entre sentimientos y símbolos certeros. Contribuye a reconocerme y sentirme más que a no aceptarme.

Nos pone en contacto con la totalidad de nuestro ser y desde este Yo consciente reconocer aspectos de nuestra personalidad que por determinadas creencias podemos rechazar pero no son ajenos a nosotros.

Reconocer nuestros miedos, vergüenza, humillación, enojo, alegría, tristeza desde el centro fuerte y compasivo de nuestro ser. Estar desde una presencia plena con todo lo que nos sucede, aprender a convivir con nuestro paisaje interior, con lo que nos acontece y aprender a abrazarlo desde nuestro amor propio. «Ahondando en esa cualidad de la presencia que abraza: la aceptación». O’Connell, Manuela.

Siento miedo, dolor, rabia, lo estoy sintiendo, no lo racionaliza intentando sacarlo mediante explicaciones. Estoy sintiendo desde este ser unificado que soy, haciéndole un lugar a la realidad de mi experiencia. Aceptarse a sí mismo es experienciar lo que acontece en nuestro interior desde nuestro Yo en presencia relacionándonos con esa experiencia para integrarla a nuestra conciencia.

Solo aceptándome en toda mi dimensión puedo estar para mí mismo. Nuestra auto-aceptación nos enraíza en nuestra humanidad, siendo así más seres humanos.

«Ser humano significa asumir el reto para seguir desarrollándonos cada día».
Gendlin, Eugene T.

El proceso de Enfoque corporal- Focusing- nos facilita vincularnos con nuestra experiencia con una actitud de interés y compasión con lo no deseado, asumiendo la responsabilidad de lo que sentimos. La aceptación de sí mismo conlleva la idea de compasión, de ser amigo de mí mismo, no implica negar la realidad.

Cuando no puedo aceptar un sentimiento, un pensamiento o recuerdo, lo que acepto es «la resistencia a aceptar». Branden, N.

La auto-aceptación es el primer peldaño para una autoestima saludable y un buen desarrollo personal. El modelo del Enfoque corporal es un proceso oportuno para facilitar sentir que aceptarse es una elección, que no hay un yo separado y para aprender a abrazar nuestra vida interna, sintiendo una conciencia amorosa y un lugar en el que se puede confiar.

«La construcción del verdadero sentido de confianza en uno mismo deriva de establecer contacto con las partes más profundas de nuestro ser».
Tara Brach.

Comprendemos la auto-aceptación como un proceso de experienciación sin negación ni rechazo, por el que nos hacemos conscientes que somos algo más que una emoción aislada, nos permitimos admitir y sentir que somos un espacio que contiene problemas, creencias, situaciones, pensamientos y que con defectos o sin ellos nos validamos a nosotros mismos, reconociendo nuestra inherente vulnerabilidad vamos aprendiendo a relacionarnos con ella con compasión y respeto.

Toda la energía que invertimos en controlar y esconder aspectos de nuestra personalidad que por determinadas creencias nos desagradan se convierte en ansiedad, separación, agresividad, soledad y falta de autenticidad. Los sentimientos están ahí, los pensamientos están ahí y nuestro sentido de identidad está más allá de cualquier historia limitante.

«Habitemos nuestra conciencia amorosa y vital que aunque a veces se encuentra envuelta en nubes, siempre ha estado allí».
Tara Brach

Focusing facilita aprender a acompañarnos a transitar nuestros senderos internos para ir descubriéndonos como seres humanos dignos de ser respetados por nosotros mismos.